Los cocodrilos y sus parientes son reptiles de cuatro patas, muy similares a los lagartos. Se distinguen por su usual gran tamaño. En la espalda, desde el cuello hasta la cola, tienen hileras de placas óseas, que pueden dar la impresión de espinas o dientes. Quizás los conocemos mejor por su ferocidad, y en los casos de las especies mayores, por ser peligrosos al máximo.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario