El Tiburón Martillo.
Tiburón Martillo.
Los tiburones en general desempeñan un papel ecológico más importante de lo que pensamos, ya que es similar al de los grandes depredadores en tierra, el de cazar a los miembros débiles o heridos de las poblaciones de peces, y por lo tanto manteniendo los mejores genes en las poblaciones de peces. Además, al ser los principales depredadores mantienen el equilibrio de las poblaciones que se encuentran por debajo de ellos en la cadena alimenticia. Para hacernos una idea, si los tiburones desaparecieran, otras especies tomarían el control depredando a las que están por debajo suya, y si este efecto se va repitiendo, al final impactaría sobre las poblaciones base, las plantas. Los tiburones martillo o cornudas quizás sea la más característica de todas las especies de tiburones , ya que tienen la cabeza prolongada hacia los lados en forma de T si lo vemos desde arriba. En el extremo de cada lado tienen los ojos y los orificios nasales. La forma de la cabeza hace que al nadar, el movimiento de cabeza de lado a lado, le haga recorrer con la vista todo a su alrededor e incluso lo que queda a sus espaldas. Se piensa que la forma de su cabeza puede ser una adaptación evolutiva que les proporciona una ventaja sensorial para encontrar a sus presas, aunque otros autores piensan que podría ayudarles a la flotabilidad simplemente. El tamaño máximo está entre 5,5 metros y 6,1 metros, aunque se piensa que lo más común es que midan unos 4 metros. Su peso máximo registrado es de 450 kg. Las aletas pectorales, o aletas de los costados que se localizan atrás de las branquias, y la aleta caudal, o cola, tienen la punta negra. Su olfato es tan potente que gracias a sus lóbulos olfativos son capaces de detectar una gota de sangre a una distancia inferior a un kilómetro y medio. Se considera un tiburón solitario, por lo que seguramente no será abundante en las zonas donde habita.
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